En que este grupo de catequesis fue mi penúltimo año como catequista de Primera Comunión
Y decidí dejarlo para continuar con Perseverancia, mi esperanza era de que la mayoría de los niños continuaran con sus enseñanzas en Cristo.
Pero ha sido muy desepcionante ver que no es así, yo confiaba en que iba a contar con el apoyo de los padres, pero es muy triste comprobar que para la mayoría es tan solo un acto "social" no un sacramento.
¿Por qué un acto social? porque la boda no es un sacramento para ellos, es presumir que su hija salió de "blanco" y hacer una gran fiesta y se olvidaron de lo principal: de Dios.
Este curso pasado, que no se terminó por la pandemia, me dejó muy triste y desepcionada, fuimos de cierta manera estancia de algunas.
Sí había niñas que participaban, Abril, las hermanitas Grecia he Irlanda, Sofía era más juego lo mismo que Fernando (sus padres lo llevan con mucha disposición, tambien son servidores, lo mismo que los padres de las hermanas).
Mi pensamiento era que fuera creciendo perseverancia, que fueran llegando más niños, confío en Dios que al controlarse esta epidemia, podamos regresar a las Iglesias y continuar con nuestra labor.