Comienza un año de 365 días agrupados, como es costumbre, en 12 intervalos, cada uno de los cuales denominamos mes.
Originalmente,
el calendario romano se dividía en 10 meses, comenzando en marzo con la
época de la primavera –momento a partir del cual tenían inicio las
actividades religiosas y agrícolas– hasta que Numa Pompilio, segundo rey
de Roma, lo reforma dividiéndolo en 12 meses lunares hace 27 siglos.
Números, dioses y hasta
festividades son responsables de dar nombre a los diferentes meses del
año en el calendario gregoriano, utilizado en casi todo el mundo y
proveniente del romano.
Enero: Fue el primer mes añadido.
Proviene del latín ianuarius, acogiendo el nombre de Jano, el dios de
las puertas y entradas. En español derivó en janeiro, janero y,
finalmente, enero.
Febrero: Segundo mes añadido por Pompilio. Su
nombre proviene de la fiesta romana de la purificación, denominada
Februa, celebrada por los sabios cada año y en la que se aplacaban las
almas de los muertos con diversas ofrendas.
Marzo: Su nombre
deriva del que tenía el primer mes en el calendario romano, martivs, que
a su vez hace honor a Marte, dios de la guerra, coincidiendo con la
época en que iniciaban las campañas bélicas.
Abril: Aunque aún no
hay claridad sobre su origen, parece estar íntimamente relacionado con
la palabra “abrir” y la llegada de la primavera, época en la que
florecen (abren) las plantas.
Mayo: Se cree que debe su nombre a
Maia o Maya, diosa de la fertilidad, la salud y la castidad, para quien
se celebraba un festival en su honor durante este mes.
Junio:
Pudo tener su origen en la diosa Juno, la reina de los dioses, que
representaba la maternidad en la mitología romana, pero también se dice
que hace honor a uno de los fundadores de la República romana, de nombre
Lucio Junio Bruto.
Julio: Mes en el que nació Julio César, el
gran emperador romano y del cual recibe su denominación, dejando de lado
su nombre inicial, quinctilis.
Agosto: Otro mes que debe su
nombre a un emperador romano, esta vez Augusto Octavio, quien cambió el
nombre original, sextilis, seguramente celoso por el mes anterior que se
había adjudicado a Julio César.
Los nombres de los últimos
cuatro meses del año, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, están
inspirados en números, dado que eran respectivamente el séptimo, octavo,
noveno y décimo meses en el calendario romano.
SANTIAGO VARGAS
Ph. D. en Astrofísica, Observatorio de la U. Nacional