Eugenio Siller iba encaminado a convertirse en el hombre que es hoy en día. Y es que, tal y como se puede apreciar en la imagen, el joven Eugenio se parece mucho al adulto. Pese a que el paso de los años es evidente, ha sido positivo en su caso. Se mantiene estupendamente, pero conservando esa inocencia de la niñez con sus dulces ojos y pelo dorado. ¿Te habría costado reconocerlo sin su imagen actual al lado?