De Rusia a México sin parada intermedia fue el paso que hizo la espectacular Irina Baeva hasta convertirse en una de nuestras estrellas favoritas. Y es que su increíble historia no ha dejado a nadie indiferente: creció en Rusia mirando telenovela, y fue así como aprendió el idioma. Luego decidió dejar la universidad y emprender su camino al DF para probar suerte en el mercado. Cuesta creer que no sea su idioma materno. ¡Buen trabajo, Irina!