La vida sigue cayendo,
la luz se arrastra tras nuestra espalda
sin su ritmo, sin el profundo efluvio,
la naciente primavera medita,
la noche preclara amanece temprano
y la nocturna sombra corre entre
tus pasos marcados en la grama,
el alba clama la dulce melodía
donde tu corazón a la planta toca
y sin más a mi alma invoca.