Este es el comienzo de la Buena Nueva de Jesucristo (Hijo de Dios).
En el libro del profeta Isaías estaba escrito: Es así como Juan el Bautista empezó a bautizar en el desierto. Allí predicaba bautismo y conversión, para alcanzar el perdón de los pecados. Toda la proviencia de Judea y el pueblo de Jerusalén acudian a Juan para confesar sus pecados y ser bautizados por él en el río Jordán.
Además de la piel que le ceñia la cintura, Juan no llevaba más que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre. Juan proclamaba este mensaje:"Detrás de mi viene uno con más poder que yo. Yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias, aunque fuera arrodillandome ante él. Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo."
En aquellos días Jesús vino de Nazartet, pueblo de Galilea y se hizo bautizar por Juan en el río Jordán. Al momento de salir del agua, Jesús vio los Cielos abiertos: el Espíritu bajaba sobre él como lo hace la paloma, mientras se escuchaban estas palabras del Cielo: "Tú eres mi Hijo, , el Amado, mi Elegido."
Enseguida el Espíritu lo empujó al desierto. Estuvo cuarenta días en el desierto y fue tentado por Satanás. Vivía entre los animales salvajes y los ángeles le servían.