Es curioso, pero nunca nos damos cuenta todo lo que tenemos y que esta bien, no agradecemos a Dios por todo los que nos va dando día a día:
Me levanto bien, sin ningún dolor, hay pan en mi mesa, tengo ropa para ponerme, tengo casa, trabajo y lo principal...¡familia, amigos y compañeros de trabajo o de estudio!
Pero el día que algo nos sale mal, es lo únco que recordamos y lo demás lo olvidamos