Si eres de los que le gusta caminar por los campos y observar las
plantas, es muy probable que hayas notado como algunas plantas como los girasoles,
siempre están mirando hacia el sol, en busca de la luz y de sus rayos.
Aunque no pueden moverse del suelo, durante el día mueven su tallo según
el lugar donde se encuentre el gran astro rey.
Además de los girasoles, seguramente habrás notado que algunas
plantas, crecen en la misma dirección por la que sale el sol, y durante
el dia tratan de seguir la luz que llega de este gran astro. Pero, ¿te
has preguntado por qué algunas plantas siguen la trayectoria del sol?
Aunque la respuesta puede parecer sencilla, no lo es para nada. Una de
las primeras personas en preguntarse esto fue Leonardo Da Vinci, y a
partir de esta interrogante, muchas más personas empezaron a preguntarse
lo mismo.
Actualmente, un grupo de investigadores europeos, han realizado
descubrimientos que nos acercan un poco a la respuesta: al parecer las
plantas tienen una hormona vegetal llamada auxina, que
hace que busquen la luz del sol. Esta hormona se almacena en lugares
determinados de la planta, como las secciones de crecimiento de la
planta y luego es transportada a otros lugares entre ellos el tallo.
Para que la planta pueda llegar a absorber de forma adecuada y óptima los rayos solares,
es muy importante que el tallo se enderece lo antes posible para que
pueda alcanzar el máximo de su altura y logre tomar los rayos del sol.
Es por este motivo, que se empieza a suministrar mayores cantidades de
esta hormona auxina a la zona inferior de la planta, por lo que el tallo
empieza a crecer recto. De esta manera, las plantas logran sacarle
provecho de mejor forma a las condiciones cambiantes de su entorno
ambiental.