Así como las hojas se despiden de sus árboles cuando llega el otoño y se dejan caer bailando en el son del olvido.
Así como sin hacer ruido se apilan en el tronco esperando que el fuerte viento los eleve por los cielos.
Así como desde abajo miran el cielo y sus matices y sin olvidar de donde vienen se despiden de sus raíces sabiendo que el frío del próximo invierno se les hace presente y solo corriendo con suerte un enamorado de esos que se enternecen al ver las hojas de otoño correr por el suelo del olvido, la tome entre sus manos y guarde en algún libro.