“18” (fragmento) – Andi Nachon
Dejá que el otoño venga despacio.
Los verdes
incontables del pino y el dorado
retenido por álamos: está el rocío
curva cada pasto cada junco
inclinado en el beso
con que suelos rozan y acarician
todo claro.
Que se aproxime lerdo
al cruzar tanta materia – su festejo–
y no percepción
presencia
podés tocar en el simple
movimiento de tu mano.
Gentilmente
este otoño llega, se te acerca casi
mirando de costado.
Acumulan entonces las ardillas
hacendosas tus vecinas,
a la carrera guardan para esos
días replegados que vienen.
Vos te asoleás tranquila
mascando los snacks de arroz
y otra vez sos
aquella mujer loca que baila
la galería de una residencia prestada.
Fin del verano
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