Si pudiéramos detener el tiempo
el mundo sería muy distinto,
un lugar en el que aprenderemos
a encontrarlo todo,
incluyendo la felicidad en nosotros mismos,
pudiendo alcanzarla de algún modo.
Yo me pregunto qué es lo que llegaría a hacer,
y me doy cuenta que no cambiaría nada,
porque el tiempo presente
es el más bello de ver crecer,
ante nuestros atónitos ojos
y las extrañas palabras