Anima y tormenta
En noche de Halloween el cielo
se viste de negros nubarrones
y salen a pasear los aquilones
con horribles voces de duelo.
Pero a mi me gusta la noche
así, sin luna y sin estrellas,
alumbrada por centellas
en angustioso derroche.
Pasearme en el cementerio
y con muertos armar revuelo.
dejar al sepulturero en duelo,
con tétrica mirada, ¡en serio!
Me alegra ver la sombra
caer mansa; cubriendo todo,
con capa pesada y el lodo
del misterio, en lóbrega penumbra.
Ah...la tormenta embravecida
que estalla y loca se agita,
sobrecogedores rayos precipita,
dejando a la gente estremecida.
A mi me gusta que el trueno
me despierte con su ronco
estampido, sonoro y bronco;
de sueño obligado, obsceno.
¡Ah... que gusto ser habitante
una vez mas de mundo tangible,
hacer estremecer es irresistible;
lastima, la noche es un instante!
Mitzi