No te quedes en el miedo.
Haz un salto hacia lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo.
Que no te limiten las imágenes de pánico que
por razones que no comprendes, haz decidido contemplar.
No te levantes con imágenes de horror, levántate con una sonrisa.
No te vayas a la cama con toda la tensión, cierra tus ojos
y entrega todo por un instante a tu Dios.
No lo hagas por tus medios, busca algo que esté más allá
de lo que llamas físico, materia o razón.
No juzgues al mundo carente.
Comienza por ti entregándole al universo
un poco de comprensión.
No busques ser comprendido.
Da lo que ya está en tu corazón.
Revisa que sentimientos estás albergando hoy.
Resentimiento o perdón!!
No es atacando sino poniendo
un poco de cordura en la situación.
No se logra paz desde la violencia.
Esa no es tu esencia, tan solo el miedo
te lleva a tal desesperación.
Depón tus armas, escucha una bella canción.
Intercambia imágenes de miedo por amor.
No es utopía, no es escaparse,
al contrario es sumergirse en otra posibilidad.
No tienes que creer, sólo haz el Intento de respirar sin resentir.
Trata por un instante de sentirte protegido,
cuidado, respaldado y abundante.
Ves aquello en lo que piensas!!
Si piensas que el mundo es injusto verás injusticia.
Si piensas que en el mundo todavía se puede hacer
algo eso es lo que veras, llámalo una posibilidad.
Déjate llevar por el dictado de tu corazón.
Todos necesitamos esa dosis de amor que está en ti.
No es con la razón, es con el amor
que se puede cambiar el rumbo de las cosas.
Por un instante deja de juzgar
y ábrete a respirar sin prisa y en paz.
Recuerda los instantes de felicidad
y ofrece al mundo un momento de claridad.
Que tal si surte efecto, si por un momento cambias de mentalidad ?
Cierra tus ojos y envía al universo pensamientos de felicidad.
Entona una canción donde tus ilusiones se deshagan.
Solo verás aquello con lo que resuenas.
Si ves guerra es porque estás vibrando en la frecuencia de la guerra.
Si temes, es porque estás vibrando en el miedo.
Si ves amor es porque estás vibrando en la frecuencia del amor.
Si al final solo dura un instante
ese es el que el mundo necesita para sanar.
A. Diaz