DIETA DE DESINTOXICACIÓN
- Saquemos de nuestra alacena
los malos recuerdos,
los culpables engordan,
los desamores hacen daño
y las tristezas intoxican.
- Para el desayuno:
Un buen jugo de agradecimiento,
una taza de voluntad
disuelta en tolerancia,
dos rebanadas de autoestima
y una ensalada fresca de motivos.
- Para la comida:
Una sopa de dignidad sin falso orgullo,
dos porciones de paz pasadas
por el fuego del entendimiento,
coctel de frutos rojos:
amor, pasión por lo que se hace
y entrega en sustitución de sacrificio.
- Para la cena:
ensalada de frutos verdes:
esperanza, bondad y perdón.
- Entre comidas: grandes dosis de fe,
sueños cargados de alegría.
- Evitar: hablar sin escuchar antes,
juzgar sin conocer,
conceder sin aceptar.
- Ejercicios: pararse erguido
y de frente ante los problemas,
flexible ante los cambios
y bailando cada vez
que te agobie el dolor.
Extiende la mano derecha para dar
y la del corazón para recibir,
alza la vista para agradecer
y baja la cabeza
para ser bendecido.
- No niegues lo que sientes,
piensa como y donde lo dices
y actúa siempre con humildad.
Gratitud!!!