a dalia es nativa de Mesoamérica y endémica de México. Pocos saben
que no es una flor, sino una inflorescencia (composición de dos tipos de
flores pequeñas).
En Mesoamérica prehispánica, las dalias silvestres eran conocidas
comúnmente con el nombre de «acocoxóchitl», «acocotli», o
«cohuanenepilii» (tallos huecos con agua), entre otros nombres
autóctonos. Poseía una gran cantidad de usos: ornamental, alimenticia,
medicinal, ceremonial
Los nativos utilizaban esta planta como un remedio contra la tos
crónica, como tónico diurético, diaforético (para sudar las fiebres) y
contra los cólicos (Hernández, 1946). En la actualidad los mixtecos de
Oaxaca siguen consumiendo los tubérculos frescos de dalias para obtener
carbohidratos (Reyes et al., 2004).
El 13 de mayo de 1963, en el Diario Oficial de la Nación (SAGAR. 1963),
el presidente Adolfo López Mateos expidió un decreto por el cual declaro
a la Dahlia como símbolo de la Floricultura Nacional.
Actualmente existen 41 asociaciones internacionales interesadas en el cultivo y difusión de la dalia, entre ellas se encuentran: