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General: Terapia Mental
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: DEARA  (Mensaje original) Enviado: 15/03/2023 01:19
 
 


TERAPIA MENTAL

Del libro: Cura y Liberación

De José Carlos Lucca

Las amarguras nos hacen sufrir, de ahí porque debemos interpretar
 quien nos ofende como a un enfermo. 
Si respondemos la ofensa guardamos con nosotros
 la caja de basura que nos fue lanzada. 
La enseñanza de Cristo 
es una verdadera terapia mental.

Chico Xavier

*Lecciones de Sabiduría, organización de
 Marlene Rossi Severino Nobre, 
FE Editora Periodísticas.

En la visión de Chico Xavier,
 la amargura podría 
ser equiparada a una
 enfermedad transmitida
 por la bacteria de la ofensa 
y que se desenvuelve
 en nuestro organismo 
cuando no la combatimos
 con el antídoto del perdón. 
Cuando cobijamos la ofensa
 en nuestro mundo interior,
 cuando quedamos rumiando en la mente
 las palabras que nos dañaron y
 muchas veces partimos
 para la rebeldía , 
nos sumergimos en una 
lucha de basura energética, 
con todas las consecuencias
 negativas que tal conducta implica, 
siendo la principal de ellas
 la erupción de muchas enfermedades.

No podemos controlar 
lo que los otros dicen a nuestro respecto, 
tampoco las actitudes que tienen hacia nosotros.
 Mas si tenemos el control y

la responsabilidad sobre la manera 
de como reaccionaremos en todo eso.
 La amargura no es la única posibilidad 
que se tiene ante una ofensa. 
Usando un lenguaje figurado, 
Jesús propone que,
 si alguien golpea nuestra mejilla, 
pongamos también la otra.

 Cuando Jesús pide para que lo hagamos así,
 en verdad el está enseñándonos ano 
actuar de la misma forma que el agresor, 
no devolviendo la ofensa,
 no devolviendo la agresión.
 Jesús está mostrando que tenemos 
otra opción además de la represalia.   
Si devolviéramos la ofensa, 
estaremos nivelándonos 
a quien nos agredió, y así quedaremos
 con la caja de basura que nos fue lanzada.

La agresividad es un mal que hace mal a quien la práctica. 
Pagar el mal con el bien es la mejor defensa para nuestra paz. 
Muchas veces, nuestros problemas provienen del exceso 
de basura emocional que tenemos guardada a lo largo de la vida.

 Necesitamos hacer una gran limpieza 
en nuestra mente y tirar todos los escombros.
El médium Chico Xavier afirmaba 
que el perdón es terapéutico, 
porque cicatriza las heridas emocionales 
causadas por las pedradas de las ofensas. 
No perdonar es cobijar al mal dentro de sí, 
y, como el mal atrae al mal, 
damos oportunidad para que 
surjan en nuestra vida molestias,


 perturbaciones espirituales, dificultades financieras, 
agresiones, accidentes, problemas amorosos, etc.

No perdonar es asumir para sí la ley de la venganza, 
con el consecuente retorno a nosotros mismos 
de todo el mal que haya salido de nuestros pensamientos,
 palabras y actitudes.
 Vamos a recordar que seremos 
juzgados por la misma ley 
que juzgamos a los otros, 
conforme nos enseñó Jesús

No perdonar es condenarse; perdonar 
es obtener la absolución para sí mismo.

Perdonar es soltar el dolor, 
es dejar de ser víctima.

Perdonar es no permitir que nuestra vida 
sea controlada por otros.

Perdonar es reconocer que la persona que nos ofendió 
también está herida y enferma.

Perdonar es abrigarse en un poderoso escondrijo 
contra la maldad ajena.

Perdonar es atraer la salud para el cuerpo
 y paz para el espíritu.

Perdonar es quitar todos los nudos 
que atan nuestra vida.

El perdón es un regalo que primero 
se ofrece a uno mismo.

Es un buen baño que tomamos 
cuando nos sentimos sucios.

Es estar acomodado en una cama suave y 
cómoda después de años de dormir en el suelo.

El perdón es el camino más seguro
 para quien quiere volver a ser feliz.

Quien desea cura y liberación 
para sea vida precisa hacer del perdón 
una práctica diaria y permanente. 
Comience ese trabajo ahora mismo, 
enseguida que termine de leer este capítulo.

Me gusta un ejercicio mental 
que hago imaginando mis heridas y mi culpa 
como globos que están atrapados en mi cuerpo. 
Todo lo que tengo que hacer para perdonar es quitar 
los que me atan a esos globos y soltarlos en el aire. 
Visualizo fuertemente los globos subiendo 
a las alturas hasta que desaparecen por 
completo de mi vista y de mi vida,
 y hago eso con inmenso deseo de querer desligarme
 definitivamente del mal que entró en mí.
 Sugiero que usted haga ese ejercicio 
sintiendo Jesús a su lado ayudándolo
 a soltar los globos y así llevarlos muy lejos de su vida.

Perdonar es eso: soltar, liberarse de
 algo que nos amarra al sufrimiento, 
dejar ir o que nos machuca.
 Mas es preciso querer soltar, querer desligarse,
 porque muchos prefieren aguantar el dolor
 o culpa de castigar a los que lo ofendieron 
o de flagelarse con el propio sufrimiento.
 Compararía esta actitud con un verdadero suicidio.

Quien no perdona a los demás ni a sí mismo
 se está matando poco a poco.

A Dra. Robín Casarjian, terapeuta americana,
 anota en su libro pesquisas científicas 
que identificaron como característica psicológica-clave 
de las personas con tendencia al cáncer 
una inclinación a guardar resentimientos 
y una marcada incapacidad de perdonar.

Por eso es cierto lo que dice Chico Xavier 
al afirmar que las amarguras 
nos hacen enfermar y que el perdón es una verdadera terapia mental,
 pues saca de la mente la basura 
que puede caer en nuestro cuerpo.

El perdón es de esa forma el más
 eficiente remedio para la cura 
y liberación de nuestros males.
 Mas la decisión de tomar el remedio 
es de cada uno de nosotros.

Estaré apoyándote y pidiendo
 a Jesús para que suelte 
los globos que están impidiendo tu felicidad.

El camino para tu felicidad no parte de las personas 
y de las cosas para llegar a ti;
 parte de ti en dirección a los otros.

Michel Quoist
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Amiga Enviado: 17/03/2023 17:37


 
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