CUIDA TU ENERGÍA.
Cuando comienzas a cuidar tu energía,
empiezas a atraer mejores personas,
empiezas a atraer mejores momentos,
empiezas a sentirte mejor.
Todo comienza dentro de ti.
Cuando cuidas tu energía,
no importa en qué ambiente te encuentres,
la luz está en ti y nada te afecta.
Trabajamos nuestra energía a diario,
en nuestra conducta diaria, en los sentimientos que emanamos,
que producimos en nosotros mismos y en los demás,
en el pensamiento, el temperamento y el carácter.
¡TÚ HACES TU ENERGÍA!
Y es posible que ya hayas notado que algunas acciones
tienen el poder de drenar nuestra energía
mientras que otras ayudan a mantenerla alta.
Refuerzas ciertos estados de ánimo
repitiendo tus propios pensamientos y emociones.
Los pensamientos obsesivos y los sentimientos tóxicos
consumen energía y atraen la negatividad hacia tu y tu entorno,
produciendo vibraciones bajas que te afectan tu armonía.
La gratitud afecta primitivamente tu frecuencia vibratoria.
Adopta este hábito de dar gracias.
El simple acto de dar las gracias
puede aumentar tu nivel de felicidad personal.
Durante tu día, observa cuidadosamente lo que le ofreces
a tu mente como alimento.
Intenta escuchar música que sea buena para ti,
mira y lee cosas que te brinden algún beneficio intelectual
o que te ayuden a vibrar a una frecuencia más alta.
Eliminar el hábito de quejarse y hablar mal de los demás.
Trate de no pensar o decir nada negativo.
Pasa 24 horas sin decir nada negativo del mundo, ni de nadie,
ni de ti mismo.
Mira cómo cambia tu vida.
Cuida tu frecuencia vibratoria.
No importa si tienes una religión o no.
Tu energía es tan importante como tu salud física,
¡cuídala bien!.
de la red