La inflamación abdominal se ha convertido en una de los efectos principales de llevar un estilo de vida acelerado y una alimentación desequilibrada.
La causa más común de la inflamación abdominal suele ser la indigestión,
relacionada principalmente con el consumo de alimentos difíciles de
procesar como grasas o azúcares. Si la inflamación forma parte de tu
vida diaria, dale un descanso a tu abdomen con estos consejos fáciles de
incorporar y con los que notarás cambios en poco tiempo.
Un té o infusión de manzanilla, boldo, canela o jengibre son ideales para reducir la inflamación abdominal,
especialmente si se toma después de cada comida. Sin duda, es la
solución más sencilla e instantánea, por lo que es ideal si te
encuentras en la oficina o en medio de alguna reunión.
Son ideales cuando la inflamación provoca dolores muy intensos.
Si la molestia es provocada por gases, el calor y el peso de las
compresas ayudará a liberarlos y a reducir la presión en tu abdomen.
Si notas que el estrés provoca que tu sistema digestivo
se paralice, es importante que lo ayudes a salir de ese estado de
tensión. Comienza respirando profundamente de tres a cinco minutos
durante el día y antes de dormir. Complementa tu respiración con
estiramientos.
10 consejos para evitar el estrés
- Aumenta el consumo de fibra
El consumo de alimentos como la espinaca, la zanahoria, la piña, el mango y la ciruela es ideal para ayudar a que tu abdomen esté sano y libre de inflamación.
¡Haz
de la hora de la comida un momento de calma! Masticar despacio hará que
tu estómago e intestinos trabajen menos, evitando la generación de
gases e inflamación abdominal.