El ajo también es adecuado para el tratamiento de las verrugas. Para obtener un resultado rápido, se debe machacar un diente de ajo fresco hasta convertirlo en una pasta y aplicarlo en la zona afectada. Lo ideal es hacerlo antes de acostarse y mantener el vendaje en su sitio con un esparadrapo o una compresa.
Al día siguiente, basta con retirar el vendaje y limpiar la piel con agua tibia. La verruga debería secarse gradualmente. Si la verruga persiste, es aconsejable repetir la operación, durante un máximo de 4 días seguidos. Después de cuatro días, la verruga debería caerse más fácilmente.