¿Qué tengo que hacer?
En primer lugar, pon el agua caliente en el barreño y añade el zumo de limón, removiendo bien para que se mezclen.
A continuación, mete la prenda en el barreño y deja en remojo durante media hora, para que la mancha se ablande.
Mientras tanto, mezcla el bicarbonato sódico, el agua oxigenada y el jabón para lavar la vajilla en un cuenco pequeño y remueve bien para que se forme una especie de pasta homogénea.
Saca la prenda del barreño y escurre bien para que la prenda no gotee.
Ahora, tienes que ponerla en una superficie plana (opcionalmente puedes hacerlo sobre una toalla o tela para no mojar la superficie donde la vayas a poner) y extiende la pasta del bicarbonato sobre la zona donde estén las manchas, ayudándote del cepillo de dientes para dejarlas bien cubiertas.
Deja actuar la pasta durante una hora para facilitar su desaparición, y pasado este tiempo frota la zona con las manos o con la ayuda del cepillo de dientes si la mancha está demasiado incrustada o lleva mucho tiempo en la ropa, hasta que desaparezca lo más posible.
Si ves que la mancha es muy rebelde y no sale, puedes repetir este segundo paso dejando más tiempo la ropa con la pasta que has realizado de bicarbonato, limón, agua oxigenada y jabón de lavar los platos.
A continuación, lava la prenda en la lavadora como lo hagas habitualmente, en un ciclo normal, para que la mancha termine de desaparecer.
Tiende luego la ropa preferiblemente al sol para que la prenda recupere su blancura y si no es posible, en el lugar donde lo hagas habitualmente.