Y es que, está plenamente comprobado que el aceite de almendras es
rico en vitamina E, proteínas, ácidos grasos monoinsaturados, potasio,
zinc y una gran gama de vitaminas y minerales que son capaces de proteger tu corazón, tu piel y tu cabello.
Aceite de almendras para una piel suave y joven
Al frotar el aceite de almendras en la piel, esta lo absorbe por completo. Su uso constante te ayuda a proteger la piel del estrés oxidativo y del daño provocado por los rayos UV, lo que la mantiene suave y flexible, por lo que también es buenísima contra las arrugas.
Además, el aceite de almendras también es útil para hacerte limpiezas faciales profundas sin dañar tu piel, pues es hipoalergénico, e incluso lo pueden usar hasta en bebés.
Frótalo
en tu piel y verás cómo se van eliminando los desechos acumulados en
los poros y folículos capilares, además de la suciedad, lo que evita la
aparición de puntos negros y acné.
Y es que, como dijimos anteriormente, este aceite contiene vitamina A, que es ideal para prevenir los brotes del acné.
Lo único que tienes que hacer es dejarlo actuar sobre la piel por dos minutos, y luego retirarlo con un pedazo de algodón nuevo.
Incluso, puedes hacer un exfoliante a base de aceite de almendras,
agregándole azúcar fina, y mezclándolos. Lo aplicas en tu cara y haces
delicados masajes en círculos para eliminar las células muertas, y
finalmente lo retiras con agua.
Repite esta acción una vez por semana, y verás cómo tu piel se va tornando más suave, tersa, y libre de arrugas.