Cosas abominables son el rencor y la cólera
sin embargo, el pecador se aferra a ellas.
El Señor se vengará del vengativo
y llevará rigurosa cuenta de sus pecados.
Perdona la ofensa a tu prójimo,
y así, cuando pidas perdón, se te perdonaran tus pecados.
Si un hombre le guarda rencor a otro,
¿le puede pedir acaso la salud al señor?
El no tiene compasión de un semejante,
¿cómo pide perdón de sus pecados?.
Cuando el hombre que guarda rencor
pide a Dios por sus pecados,
¿hallará quién interceda por él?.
Piensa en tu fin y deja de odiar,
piensa en la corrupción del sepulcro
y guarda los mandamientos
y no guardes rencor a tu prójimo.
Recuerda la alianza del Altísimo
y pasa por alto las ofensas.
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