Por ser Cristo luz de las gentes, este sagrado Concilio, reunido bajo la inspiraciún del Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con su claridad que resplandece sobre el haz de la Iglesia, anunciando el Evangelio a toda creatura.
Y como la Iglesia es en Cristo como un sacramento o señal he instrumento de la intima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano, insistiendo en el ejemplo de los concilios anteriores, se propone declarar con toda precisión a sus fieles y a todo el mundo su naturaleza y su misión universal.
Las condiciones de estos tiempos añanden a este deber de la Iglesia una mayor urgencia para todos los hombres, unidos hoy más intimamente con toda la clase de relaciones sociales, técnicas y culturales, consigan tamb ién la plena unidad con cristo.
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