Continúe con un Padre Nuestro, 3 Ave Marías por un aumento de la fe, de la esperanza, y de la caridad, y también un Gloria al Padre en cada cuenta del Rosario, como lo indica el diagrama de arriba.
Diga el primer misterio, por ejemplo, “El primer misterio gozoso es
la Anunciación”. Rece un Padre Nuestro, 10 Ave Marías, un Gloria al
Padre y la Oración de Fátima (“Oh Jesús Mío...”) mientras medita acerca de este misterio.
Repita esto sucesivamente por cada misterio.
Al final de cada Rosario del día, se dice una Salve y las ultimas oraciones concluyentes.
Recomendamos vigorosamente que se recen a diario todos los 15
misterios del Rosario. Nuestra Señora insistió una y otra vez en sus
mensajes de Fátima lo importante que es rezar el Rosario todos los días.
Hasta llegó a decir que antes de que Francisco entrara al cielo tenía
que rezar “muchos Rosarios” más. Rezar todos los 15 misterios del
Rosario cada día puede cumplirse de varias maneras. Sin embargo, para
muchos será más fácil poder rezarlo a diario dividiendo el Rosario en
diferentes momentos del día; por ejemplo, rezando los misterios gozosos
por la mañana, los misterios dolorosos al medio día, y los misterios
gloriosos por la tarde. La Salve solo se necesita rezar al final del
Rosario completo dicho en el día.
Una parte esencial del Rosario es la meditación sobre los misterios,
los sucesos de la vida de Nuestro Señor y de Nuestra Señora. Esto
significa contemplarlos, visualizarlos, considerando las gracias y
méritos que se manifiestan en ellos, y usándolos como inspiración para
conocer y amar a Dios mucho mejor. También es común enfocarse en una
virtud en particular con cada misterio que se dice; las recomendadas por
San Luis de Montfort se dan en las siguientes tablas.
Los Misterios Gozosos
Virtudes (San Luis de Montfort)
1. La Anunciación a la Santísima Virgen María.
La Humildad.
2. La Visitación de María a su prima santa Isabel.
La verdadera caridad con nuestro prójimo.
3. La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
El desprendimiento de las cosas del mundo, el desprecio a las riquezas, y el amor a la pobreza.
4. La Presentación del Niño Jesús en el Templo, y la Purificación de Su Santa Madre.
La pureza de cuerpo y alma.
5. El hallazgo de Nuestro Señor en el Templo.
La divina sabiduría.
Los Misterios Dolorosos
Virtudes (San Luis de Montfort)
1. La Agonía en el Huerto.
La contrición de nuestros pecados.
2. La Flagelación.
La mortificación de nuestros sentidos.
3. La Coronación de Espinas.
El aborrecimiento del respeto humano.
4. Jesús llevando la Cruz.
La paciencia para cargar con nuestras cruces.
5. La Crucifixión.
La conversión de los pecadores, la perseverancia de los justos, y el alivio de las almas en el Purgatorio.
Los Misterios Gloriosos
Virtudes (San Luis de Montfort)
1. La Resurrección.
El Amor a Dios y el fervor en su servicio.
2. La Ascensión.
Un ardiente deseo por el cielo, nuestro verdadero hogar.
3. El Descenso del Espíritu Santo en Pentecostés.
La venida del Espíritu Santo sobre nuestras almas.
4. La Asunción de la Santísima Virgen María a los Cielos.
Una tierna devoción a nuestra Santísima Madre.
5. La Coronación de la Santísima Virgen María, Reina del Cielo y de la Tierra.
La perseverancia en la gracia y el recibir la corona de la gloria en el futuro.
Oraciones del Rosario
La Señal de la Cruz
Con la mano derecha, haga una cruz tocando su frente, luego el pecho,
luego del hombro izquierdo hacia el derecho mientras dice las palabras:
“En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén”.
El Credo Apostólico
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Criador del cielo y de la tierra, y
en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por el
Espíritu Santo, y nació de Santa María Virgen. Padeció debajo del poder
de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los
infiernos, y al tercer día resucito de entre los muertos. Subió a los
cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso. Desde
allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el
Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los Santos, el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida
perdurable. Amén.
El Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en los cielos; santificado sea el tu nombre;
venga a nos tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el
cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; y perdónanos nuestras
deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes
caer en la tentación; mas líbranos de mal. Amén.
El Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el
principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Oración de Fátima
Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del
infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más
necesitadas.
La Salve y oraciones concluyentes
Dios te salve, Reina y madre de misericordia, vida, dulzura y
esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de
Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen
María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos
de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oremos. Os pedimos, oh buen Jesús, por los quince misterios de
vuestra vida, pasión, muerte y gloria, y por los méritos de vuestra
santísima Madre, que convirtáis a los pecadores, auxiliéis a los
agonizantes, libertéis a las almas del purgatorio y nos deis a todos
vuestra gracia para bien vivir y morir, y vuestra gloria para veros cara
a cara y amaros durante la eternidad. Amén.
Hola amiga, yo rezo todos los días el santísimo rosario y veo que no citas los misterios luminosos. Aquí en España se llevan muchos años rezándolos y a mí gustan muchísimo.