Hay una diferencia entre ser un perfeccionista (por ejemplo, alguien que busca resultados perfectos o un rendimiento impecable) y tener un trastorno obsesivo compulsivo. Los pensamientos de una persona con trastorno obsesivo compulsivo no son simplemente preocupaciones excesivas por problemas reales en sus vidas o el placer de tener las cosas limpias u ordenadas de una manera específica.
Si tus obsesiones y compulsiones están afectando tu calidad de vida, consulta al médico o a un profesional de la salud mental.