Cuando bebes de mi boca
el mundo se hace pequeño,
estamos tú y yo
solos en el firmamento.
Llegas a mí y sutilmente
me llenas de besos,
como si conocieras perfectamente
el mapa de mi cuerpo,
te quiero, te quiero
me dices sin freno
mientras tus besos se apoderan
ostensiblemente de mis deseos.
No sé porque me gustan tanto tus besos,
tal vez por cadenciosos,
tal vez por pausados,
tal vez por deliciosos,
lo único que se es que me gustan,
que cuando los siento todo se ilumina,
que cuando lo siento todo es vida.
Desconozco el autor