El fanatismo es un fenómeno universal (propio de toda civilización humana), cuyas raíces se remontan hasta los albores de nuestra historia evolutiva. De hecho, existen textos de filosofía clásica en los que se debate sobre tal cuestión y se reflexiona sobre el posible impacto de las inamovibles ideas que lo caracterizan. Así, su existencia no procede de un periodo temporal particular, o de influencias externas atribuibles a dimensiones culturales; sino que forma parte del bagaje cognitivo, conductual y afectivo de nuestra especie.El fanatismo puede orientarse hacia una gran variedad de temas, desde la Religión hasta la Política, pasando por personalidades de todos los oficios (músicos, deportistas, actores, etc.). No debe confundirse con la fidelidad a algo, la cual supone el interés deliberado y crítico de invertir esfuerzos en un asunto más particular, dentro de un contexto de libertad (escuchar a cierto grupo o ver películas de un actor/actriz, acudir a los encuentros de un equipo de fútbol o tener una opinión formada sobre realidades sociales). El fanatismo supone adentrarse un paso más allá, al territorio en el que habitan la intolerancia y el prejuicio
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