Soy una expresión de la libertad de Dios.
Libertad
Veo el mundo como un lugar donde la justicia prevalece. Visualizo a todas las personas viviendo en una sociedad justa y pacífica donde son libres para amar a Dios y ser lo que son en verdad. Consciente de que Dios, el bien, está presente en toda persona y cada situación, hago un llamado a nuestros líderes para que reconozcan que el amor no tiene fronteras y que cada ser humano tiene el derecho divino de vivir en paz. Al ejercitar mi libertad, decido hacerlo descubriendo y experimentando la bondad de Dios en todas sus formas. Al elegir ver el bien de Dios, elijo la paz. Al hacerlo, expreso la verdad de Dios en mí. Soy una expresión de la libertad divina que contribuye a la paz y armonía del mundo.
“Actuad como personas libres, … como siervos de Dios.”—1 Pedro 2:16
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