De chavala yo pensaba que sólo las personas que no teníamos estudios ni titulos, solamente primaria, eran personas educadas, que se expresaban correctamente, no como mi familia materna, que fue con la que viví, mi madre era de algunas malas palabras, mi tía abuela era una señora que decía que no tenía pelos en la lengua.
Recuerdo que la palabra que más mal me chocaba y aún hoy es , existiendo palabras tan hermosas para una mujer embarazada.
Ya habíamos terminado la primaria mi prima Virginia y yo, una mañana se nos ocurrió ir a la escuela a saludar a nuestro profesor Oliverio Cruz Sosa de sexto grado, y vino a la plática una de nuestras excompañeras, que habíamos visitado unos días antes, y él dijo que la había visto y que estaba panzona, en serio, sentí tal decepsión, de una persona que tenía estudios.
Ahora me doy que el estudio ni los titulos hacen a una persona educada, la educación viene de una misma.
Porque como escribi antes, en mi casa siempre se hablo con malas palabras, yo me volvi grosera ya bastante grandecita, más no es mi estilo, cuando me pego entonces si, a mis amigas nunca les hablo con malas palabras, no soy un pan de Dios, pero en la calle no me gusta ser vulgar.