Por RAYMOND BERNARD
Es una tonta presunción ir desdeñando y condenando por falso aquello que no nos parece verosímil; lo cual es un vicio ordinario de aquellos que piensan tener una suficiencia más allá de la común. Yo hacía lo mismo anteriormente y si oía hablar de espíritus que vuelven o de pronósticos de cosas futuras, de encantamientos, de brujerías... Me compadecía de la pobre plebe seducida por estas locuras ! y ahora, encuentro que estaba por lo menos, compadeciéndome otro tanto de mí mismo; no es que la experiencia me haya hecho ver después por encima de mis primeras creencias y esto no ha dependido de mi falta de curiosidad; sino que la razón me 1ha enseñado que el condenar tan resueltamente una cosa, por falsa e imposible, es darse el privilegio de tener en la cabeza los límites de la voluntad de Dios y del poder de nuestra madre Naturaleza; y que no hay más noble locura en el mundo que la de reducirlos en la medida de nuestra capacidad y de nuestra suficiencia . .
Montaigne, Ensayos, Capítulo 27
No te satisfará mucho tiempo, un mundo al que el misterio hubiera abandonado... El conocimiento exila al infinito todo lo que debe extinguir. Quizá sea el único misterio que hay. Sin el misterio, la vida sería irrespirable. Es evidente, y esto es fundamental en todo mi pensamiento, que el misterio no es interpretado tal como lo es entre los agnósticos, como una laguna del conocimiento, como una vida a colmar, sino al contrario, como una plenitud...
Gabriel Marcel, "El Iconoclasta"
Mi felicidad es la de aumentar la de los otros. Tengo necesidad de la felicidad de todos para ser feliz".