Ésta es la historia de la muñeca de porcelana de mi hermana, la muñeca que le había regalado una anciana mujer el verano anterior. Un día estaba estudiando en mi habitación y oí un ruido raro. Me levanté para ver lo que era y justo cuando lo hice, el ruido dejó de oírse. Por la noche me tuve que quedar con mi hermana porque mis padres iban a cenar fuera. Yo no tenía mucho sueño y bajé a ver la tele, cuando al rato escuché como si mi hermana hablase con alguien. Subí y me escondí para ver lo que era. Era mi hermana hablando con su muñeca. No le di importancia, porque era pequeña. Después bajé y seguí viendo la tele. Al rato oí a mi hermana gritando, subí a toda prisa y vi a mi hermana muerta y las manos de la muñeca llenas de sangre. La muñeca estaba embrujada. Empecé a llorar, cogí la muñeca y la quemé. En ese instante me quedé dormida, y cuando desperté, nada de eso había pasado.