Que aquello que mis ojos vieron de ellos quedaron ciego.
Que de lo que mi corazón sufrió hoy esta tranquilo.
Que mis manos están mas llenas de caricias
En mis sentimientos no anida la rapiña ni se alimenta de hipocresía y falsedad.
Como el segador cortare de mi alma rencores y el sudor de la muerte con el calor y el aliento de lo humano lo secare para siempre.
Enrique
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