Anoche hable con la luna,
y le conté mis penas, las
ansias de tenerte, le ofrecí
mis sueños, los que dentro
de mi alma tenia.
Me confeso la luna
que ella no tenia amores,
siempre estuvo sola,
llorando frente al mar,
sus rayos de color de
plata eran para otros
amores.
Reflejaban en el mar
sus líneas, para poetas
amores y pintores.
Me contó la luna que
guardaba entre sus sombras
las olas que le querían robar.
Me dijo tantas cosas
las lunas que yo quería seguir
soñando, sueños locos
de amores sin poderse realizar.
Le dije a la luna me diera
un rayo para los dos,
y todo fue un sueño
que no quise despertar....
Enrique