
HOY
Afrontamos las experiencias que necesitamos en nuestras vidas.
A veces es difícil creerlo cuando debemos enfrentarnos a la desilusión,
a la ira o a una pérdida importante. Pero, aún así,
todo lo que se nos presenta en nuestro camino contribuye
a nuestro crecimiento.
Muchos de nosotros alimentamos la fantasía de que alguien puede
complementarnos. No nos sentimos completos.
Sin embargo, sólo cuando lo estamos podemos compartir una relación
enriquecedora con otra persona.
Únicamente si nos amamos a nosotros mismos podemos amar a los
demás en forma realista, sin considerarlos figuras de fantasía
o proyecciones de nuestros propios deseos.
Nadie puede lastimarnos emocionalmente a menos que se lo permitamos.
Somos socios absolutos en todo lo que hacemos,
y el primer paso para adquirir plenamente la capacidad
de ser amados consiste en hacernos responsables
de nuestras acciones y de nuestros deseos.
La única persona que puede salvarme soy yo misma.
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