Estoy sentada en el asiento trasero de nuestro coche, un deportivo de 3 puertas (por explicar el tamaño del habitáculo), estoy en el medio, a mi izquierda está mi hija sentada en su silla, y al otro, más bien encima mío, está mi suegra, aplastándome con su enorme trasero.
No hago más que preguntarme cómo hemos llegado a esto ... ¿moriré aplastada por ella? me duele la espalda ¿o son imaginaciones mías?, ostras, tendré que pedir hora a la masajista y ¿qué le contaré? pues la verdad, que he sido aplastada por un elefante en nuestro propio coche, mientras era sometida a una grave tortura con los gritos de jirafa del elefante. Y ahora por qué se mueve, qué horror!!! ahora me muevo yo, que no me toque, que no me toque, mierda!!! me he clavado el remache del cinturón, joé, ahora no me muevo que sino se volverá a mover. ¿Y si me vieran mis amigas? ¿Y si aparecen por ahí, cómo les explico que las distancias con mi suegra han desaparecido? Me sorprendo con una enorme carcajada ... mi marido, suegros e hija, me preguntan de qué me río ... ¿Y ahora que les cuento? ¿Que el trasero de mi suegra me hace cosquillas? Segunda carcajada, ahora fijo que me encierran o me llevan a un loquero. Solo consigo un tímido "nada ... nada ..."
Mi imaginación discurre a una velocidad exagerada y con una plástica impresionante: Lucas ha oído en algún sitio que una buena terapia de shock, para acercar posiciones entre suegra y nuera, es eliminar, literal y físicamente, las distancias. Tercera carcajada. Ahora van a pensar que bebo, que estoy borracha ... por Dios, que me da la risa tonta ... hoy no sé cómo voy a salir de esta. Bueno mi hija ha hecho una gracia, aprovecho para reírme y sacarlo. Venga Martina, para ya de imaginar, que hoy esto acabará fatal ...
Pero, ¿qué hace una chica como yo aplastada por su suegra? Solo teníamos un cumpleaños infantil (de la sobrina de mi suegra) 18:00 horas de un domingo. Pero, ahora recuerdo que no teníamos previsto ir, ahh, pero es que mi suegra aseguró a todo el mundo que iríamos, sin consultar antes, por supuesto ... Pero, ¿por qué no hemos ido directamente a casa de la niña? Ah!! por qué mi suegra quería que pasáramos por su casa para que mi hija se probara unas botas que le había comprado, ¿pero si nos íbamos a ver en casa de la niña? Ahh!! pero es que ella quería que fuéramos y ella quería, quería y quería. Pero ¿que hacen en el coche con nosotros, si ellos tienen coche? Ahhh!! Es que mi suegra ha dicho que en el barrio de su sobrina cuesta mucho aparcar. Pero si nosotros venimos de fuera y tendremos que dar toda la vuelta, para no hablar de que nos marcharemos tarde, tendremos que llevarlos a su casa, la niña tiene cole y no podrá descansar todo lo que necesita. AHHHH!!!! Es que mi suegra siempre piensa en los demás ... mejor dicho siempre piensa en mí ... en cómo complicarme la vida, por supuesto.
Hemos llegado, por fin, mi suegra nos hace el favor de que los dejemos a 100 metros de su casa, nos dispensa de llegar hasta el portal, qué gentil, nos ha manifestado que no hace falta llegar al portal porque es muy tarde, es domingo y todavía tenemos muchas cosas que hacer, y la niña mañana estará muy cansada. Y si la empujo, tal vez no se notará, que pase un coche, no, mejor un autobús, y se quede como un dibujo animado enganchado a la parte delantera, y el autobús desaparezca y con él la esperpéntica ... Bajan, se van, cierran la puerta, no puedo parar de reír.
Mi marido me pregunta, y le digo entre risas que lo vivido ese día no es normal, le hago un resumen, y él asiente, asomando una sonrisa.
Y pensar que hay gente que tiene suegras estupendas y se pierden estos ratos de risas, pobre gente!!!!
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