Llega un recluta a la oficina del comandante y éste le pregunta:
"Tú, novato, ¿cómo te llamas?"
"Bartolo".
"¿Cómo que Bartolo? ¡Dirás Bartolomé!"
"A mí me llama todo el mundo Bartolo".
"¡Pues aquí te vas a llamar Bartolomé, como el santo Dios manda!"
Y entra el siguiente:
"Tú, novato, ¿cómo te llamas?"
"Domingomé".
"¿Qué coño Domingomé? ¡Dirás Domingo!"
"Hombre, como al otro le ha puesto el me".
"¡Márchate, Domingo, coño!"
Y en eso que llega el tercero:
"Tú, novato, ¿cómo te llamas?"
"Disculpe, señor comandante, pero ¿lo quiere con me, o sin me?"
"¡Sin me, cojones, sin me!"
"Pues me llamo Cos". |