Aquí estoy de nuevo en solitario inventando ternura entre tus brazos rompiendo mi cordura en mil pedazos al calor de tu cuerpo imaginario.
Aquí estoy de nuevo entre mi sueño intentando ser poeta y no payaso volando hacia el sol sobre Pegaso y entregándome a Cupido en el empeño.
Y así me mantengo acurrucado al amparo de tu sonrisa amada que hace desaparecer como si nada la autocompasión, el miedo y el pecado.
Pecado por amor que no es pecado pues si algo es el amor es inocencia y en éste lote va la penitencia de no poder gozar del ser amado.
Iñaki Hidalgo Cosgaya
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