Dos ángeles pararon buscando posad en la
casa de una familia adinerada.
La familia fue tosca y no dejó que los ángeles se quedasen a
dormir en la casa de huespedes.
Más bien, los hicieron dormir en el sótano frío y poco hospitalario.
Mientras trataban de poner unas mantas en el piso para poder dormir
, el ángel mayor vio un hueco en la pared y de inmediato lo reparó.
El ángel más joven le preguntó por qué...el ángel mayor respondió:
"Las cosas no siempre son lo que aparentan."
Al día siguiente, los ángeles llegaron a pedir posada a la casa de
una familia muy humilde. Les ofrecieron de la comida que tenían
y les dieron su propio dormitorio, para que pudieran consiliar el
sueño y descansar bien para su largo viaje.
Al romper el alba, los ángeles encontraron al campesino y
a su esposa en un mar de lágrimas: la única vaca que tenían,
cuya leche era su única fuente de ingresos, yacía muerta en el campo.
El ángel más joven, muy enojado le dijo al mayor: "-
¿Cómo es posible que dejes que algo así suceda?".
Acusante, le recriminó: "-La pareja de gente adinerada lo
tenía todo y a ellos los ayudaste.
La segunda familia, compartió todo de corazón con nosotros
y tú dejaste que su vaca se les muriera..."
"-Las cosas no siempre son lo que aparentan...", respondió el ángel mayor.
"-Cuando nos quedamos a dormir en el sótasno de la mansión, noté que en
el fondo del hueco de la pared había oro, y al ver que estas personas eran
toscas y egoístas, cerré el hueco para que no pudieran encontrar el oro.
En cambio, anoche, mientras dormíamos, el ángel de la muerte vino
a buscar a la esposa del campesino, y le di su vaca a cambio.
Ahora sabes que... las cosas no siempre son lo que aparentan."
Para Reflexionar
Muchas veces esto es exactamente lo que pasa cuando las cosas
parecen no salir como quisiéramos. Sólo nos queda tener fe en que
las cosas siempre han de tornar a nuestro favor, aún cuando sólo
el tiempo nos lo haga notar.
Por supuesto que no es fácil, pero no olvides que el Señor te ama y
nunca te va a dejar abandonado, a pesar de todo y contra todo.
Confía en Él.
Tomado de Reflexiones de Jueves
Santo