No me dijo ni palabra,
Me clavó su mirada en mi mirada.
No me dijo ni quien era,
Ni de donde venía
Y sólo me amaba.
Ay, el aire salado del puerto,
Las gotas de su frente
Y esa corriente casi quemaba.
Le besé con los labios que besan las hadas
Y le canté,
Y le canté...
Brindo por ti
Con vino malagueño de amor.
Quiero que bebas de mí
Traguitos de mi vino interior.
Brindo por ti
A medias con la luna y el sol,
Y ojala te lleves de mí
El líquido de mi corazón.
Brindemos juntos tú y yo.
De él no queda casi nada:
La mitad de un recuerdo y media mirada.
Se marchó por donde vino
Y el calor de poniente, ay amor, me lo borraba.
Ay, cómo cantaban mis entrañas,
Cómo temblaban los cielos
Cuando su cuerpo y mi cuerpo volaban.
Y gocé
Agarrándome bien a su almohada,
Y le canté... y le canté...
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