Sólo me queda echarte de menos a pesar de tu presencia,
sólo me queda acallar mis penas,
porque de nada me vale contarlas a los cuatro vientos.
Navego en un mar de inseguridades,
donde las nubes cada vez se vuelven más espesas,
el viento se hace más intenso y la oscuridad se cierne sobre mis destellos.
Sólo me queda seguir en mi destierro,
seguir disfrutando de las migajas que el destino quiera traerme,
intentando acariciar cada momento del pasado
que tanto llenó mis silencios y que ahora tanto dolor traen sus recuerdos.
Sólo me queda suspirar y encerrarme en este pozo
lleno de oscuridad en el que estoy inmerso,
sólo me queda acallar mi corazón
mirando al infinito que delante de mi mirada se presenta.
Simplemente me queda seguir llevando
esta oscuridad y dolor a mi cuesta,
seguir en este pozo de destierro
en el que me encuentro y esperar que un día una luz ilumine mis ojos
y pueda al fin ver claridad en mi mente.
Enrique