VALENCIA (VP).VALENCIA (VP). La deuda del Ayuntamiento de Valencia, el segundo más empeñado del Estado tras el de Madrid, supera el 122% del presupuesto si se tiene en cuenta la parte correspondiente a la Empresa Municipal de Transporte (EMT) y antes de contratar el último crédito por valor de 31 millones de euros, cuya operación fue objeto de disputa entre el equipo de Gobierno y la oposición socialista.
La memoria del último presupuesto municipal recogía que "El saldo de la deuda respecto a los ingresos corrientes del último ejercicio liquidado es de 102,66%, disminuyendo en 6 puntos el porcentaje del presupuesto de 2009 y manteniéndose muy por debajo del límite máximo que fija el texto refundido de la ley reguladora de las haciendas locales".
Pero este porcentaje, a pesar de que supera en más de doce puntos la cifra oficialmente reconocida por el Ayuntamiento (109%) asciende actualmente hasta el 122,6% si se incorpora la deuda de la EMT.
De este modo, la deuda del Consistorio presidido por Rita Barberá rondaría el límite legal (125%) que de forma extraordinaria fue aprobado por el Congreso el pasado mes de noviembre.
Sin embargo, este porcentaje dejó de ser significativo hace años, según apuntó el concejal socialista Juan Ferrer, porque "era fácilmente eludible por los ayuntamientos y fue sustituido por una norma más concreta".
Además, el Ayuntamiento de Valencia diseñó en 2008 su propio plan de reequilibrio, que al igual que los planes estatales, marcaba un déficit cero como meta para 2009.
Ante la imposibilidad de cumplir este objetivo, el Gobierno aprobó, también de forma extraordinaria, una norma que permitía cerrar el ejercicio 2009 con un déficit del 5,17%, pero el Ayuntamiento de Valencia incumplió ambos y liquidó este ejercicio con un déficit del 7,61%, según el concejal socialista Juan Ferrer.
"Desde entonces, el Ayuntamiento de Valencia ha contratado dos operaciones de crédito sin solicitar la autorización previa de la Conselleria de Economía, un crédito de 78 millones para sufragar los proyectos de inversión del consistorio y devolver préstamos que vencen y de otro de 31 millones, éste último para pagar sobrecostes de Tabacalera, la cuota del Consorcio Valencia 2007 y justiprecios por expropiaciones".
"El Ayuntamiento de Valencia ha mentido, ha burlado la legislación y ha incumplido la ley", señala Ferrer, quien considera "escandaloso" el hecho de que el equipo de gobierno haya retrasado la presentación del informe de incumplimiento de los objetivos de equilibrio hasta la Comisión de Economía celebrada esta mañana para poder contratar los créditos "a sabiendas de que estaba contraviniendo la ley".
En este mismo sentido, el concejal socialista explicó que "no serán más de 200 entre unos 8.000 los Ayuntamientos que incumplen los planes de equilibrio" e insistió en que "son comportamientos como los del Ayuntamiento de Valencia son los que obligan al Gobierno a adoptar medidas restrictivas sobre el crédito de las administraciones locales".
LA ALCALDESA DEFIENDE LAS CUENTAS Y DICE QUE LA DEUDA NO SUPERA EL 109%
Por el contrario, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, afirmó que el presidente del Gobierno es "un incompetente, ignorante, inmoral político y miserable" que con la "barbaridad y tropelía" de la prohibición a los ayuntamientos de endeudarse a largo plazo lleva a "la quiebra real" a España.
En su opinión esta prohibición es "la crónica de una improvisación", y recordó que hace sólo cuatro meses autorizó a los entes locales a endeudarse por valor de 11.000 millones.
Asimismo, defendió que el Ayuntamiento de Valencia "tiene sus cuentas saneadas ya que ha liquidado con un superávit de 40 millones, un ahorro neto positivo de ocho millones y un nivel de endeudamiento del 109%, por debajo del 110 establecido como límite legal, a pesar de la operación de crédito de 31 millones aprobado esta mañana para pagar deudas y sentencias firmes por expropiaciones".
Así, avanzó que tendrá que "modificar todos sus presupuestos, eliminar proyectos, y dejar de invertir con lo que se va a perjudicar la actividad económica, rescindir contratos, cerrar empresas y crear más paro".
A juicio de Barberá, el Ayuntamiento de Valencia es "ejemplo" para los demás porque sus cargos llevan dos años con el sueldo congelado, y respecto a una posible remodelación apuntó que "no hay tantas empresas públicas municipales".