Te preocupa mantener una silueta esbelta? Pues, quisiera llamarte la atención sobre un sobrepeso que no se menciona en las revistas para mujeres y que muchas veces pasamos por alto; el de nuestras palabras. Unas palabras pueden darnos fuerzas para vivir hundirnos en la depresión. Si, las palabras llevan dentro de ellas una carga muy poderosa, para bien o para
mal.
Tomando esto en cuenta, la Biblia te propone que aprendas a usar bien la lengua, y que la pongas al servicio de Dios. Con nuestra lengua bendecimos al Señor; y con ella maldecimos a nuestro prójimo, hecho a imagen de Dios. Santiago nos dice que no debe ser así.
Nuestra forma de hablar tiene una influencia poderosa. Generalmente llenamos la vida de los que amamos con ideas opuestas a las verdades que Dios nos dá en su Palabra. "Nunca vas a cambiar"; "Te gusta hacerme sufrir"; "Hijo, si no te portas bien, no te voy a querer más..." Tales frases son muy destructivas.
Que tal si hoy empezamos la dieta? Debemos mostrarle al diablo que todo lo podemos en Cristo y que podemos disciplinar nuestra forma de hablar.
Comencemos a decir palabras buenas y oportunas, que ayuden a crecer y traigan bendición a quienes las escuchen.