SOMBRAS
¡Ah! Las sombras de los cuerpos creadas por la luna
en la frescura de una playa lejana,
en el sigilo de una mágica noche
parece que bailaran una danza,
parece que jugaran tiernos juegos,
parece que danzaran con las sombras de las almas.
Son las sombras que se buscan en la noche,
las de los amantes quietos,
las del amor valiente que reclama,
las de el hombre que sin temor busca la vida
para ofrendarla en la noche inmaculada,
a los divinos pies de su adorada.
Oh, las sombras de la noche todas,
en mágico plenilunio de fantasmas,
entre suaves murmullos de recuerdos,
de perfumes, de selva, de luciérnagas y ranas.
EDUARDO