Era mi corazón un ala viva y turbia...
Era mi corazón un ala viva y turbia... un ala pavorosa llena de luz y anhelo. Era la primavera sobre los campos verdes. Azul era la altura y era esmeralda el suelo.
Ella -la que me amaba- se murió en primavera. Recuerdo aún sus ojos de paloma en desvelo. Ella -la que me amaba- cerro sus ojos... tarde. Tarde de campo, azul. Tarde de alas y vuelos. Ella -la que me amaba- se murió en primavera... y se llevó la primavera al cielo.
PABLO NERUDA
|