Que el caos nos limpie la conciencia
y exista siempre la palabra para descifrar el alma...
En el vuelo demencial
un ave blanquecina
abre sus alas y una nube
se disuelve como nieve
pura y libre pero ciega.
Rompe el viento pero cae,
rompe las entrañas
su libertad ansiosa.
Flota natural cual pluma
desprendida y cae ligera
sobre el agua de tus ojos.
Ave, eva de todos los tiempos,
vuela hasta perder la vista
en los paisajes fúnebres del alma.
D/A
|