"Por favor, déjeme ayudarlo ...Soy quiropráctica y sé como quitarle el dolor si usted me lo permite..... "
Ouch, auuuu, noooo !!!. Estaré bien... El dolor se me pasará en unos minutos", contestó el hombre, mientras permanecía en posición fetal, tirado en el césped y con las manos en su entrepierna.
Ella insistió tanto que finalmente él le permitió ayudarlo.
Entonces la mujer gentilmente le separa las manos y lo tumba boca arriba, le desabrocha la bragueta, pone sus manos dentro y comienza a masajear suavemente toda la zona genital.
¿Se siente bien?" pregunta al rato la dama."¡Me siento es- pec- ta- cu- lar !!!" contesta el hombre,
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"pero la mano me sigue doliendo igual que antes.