CAMINANDO A LA ETERNIDAD

El camino a la eternidad empieza al nacer.
Desde el mismo momento en que somos concebidos
empieza nuestro camino de vuelta.

De vuelta hacia lo eterno,
de vuelta hacia el amor.
Desde el momento de la concepción
empieza también el sufrimiento.

Un sufrimiento que envuelve la vida
un sufrimiento que se vuelve cruz.
Un sufrimiento que purifica
un sufrimiento que se llama amor.

Sufrir es entregar amor a otros,
sufrir es entregarnos todos
en cuerpo y alma a nuestro creador.

Sufrir no es un tormento,
es el camino de perfección.
Buscamos goce, buscamos dicha
y huimos del dolor.

Y al encontrarlos descubrimos
que son hermanos inseparables del dolor.
Nacieron juntos, permanecen juntos
hasta el momento de la separación
en que cada uno toma el camino
marcado por el Creador.

El goce y la alegría suben al cielo
el dolor queda en la tierra,
esperando el momento en que todo cambie
y sea una dicha universal.

Sonrie, amigo, seca tu llanto
y ora conmigo por aquellos que no volverán
porque han emprendido el camino,
camino a la eternidad.
D/A