La "felicidad" es a veces una bendición, pero por lo general es una "conquista".

El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños.

Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones . . . pero todo es pasajero, y no deja marcas.

Y en el futuro podemos mirar hacia atrás
con orgullo y fe.
Pobre del que tiene miedo a correr riesgos.

Porque ese quizás no se decepcione nunca,
ni tenga desilusiones,
no sufra como los que persiguen un sueño.

Pero al mirar hacia atrás - porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice:
¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días?
Los enterraste en el fondo de una cueva porque tenías miedo a perderlos, entonces es tu herencia:
La certeza de que has desperdiciado tu vida.
PAULO COELHO
