Yo me era mora Moraima morilla de un bel catar. Cristiano vino a mi puerta cuitada, por me engañar: hablóme en algarabía como quien la sabe hablar: «ábrasme las puertas, mora, sí, Alá te guarde de mal.» «Cómo te abriré, mezquina, que no sé quién te serás?» «Yo soy el moro Mazote hermano de la tu madre, que un cristiano dejo muerto y tras mí viene el alcalde: si no me abres tú, mi vida, aquí me verás matar.» Cuando esto oí, cuitada, comencéme a levantar, vistiérame un almejía no hallando mi brial, fuérame para la puerta y abríla de par en par.
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