Se ha encontrado la representación más antigua de todo el arte occidental de una mujer dando a luz a su hijo, en un asentamiento etrusco de 2.700 años de antigüedad en el Valle de Mugello, Italia. Las imágenes aparecen en un pequeño fragmento (4 × 3 cm) de una vasija de cerámica de 2.600 años de antigüedad, y muestran la cabeza de un bebé saliendo de su madre, que se encuentra con las rodillas en alto y la cara de perfil, con una larga coleta que le cae por la espalda.
Lo particular del hallazgo ha sido el arqueólogo que lo ha encontrado. No era un Indiana Jones con látigo en ristre sino un estudiante que se enfrentaba precisamente a su primera excavación. Y, además, el estudiante es legalmente ciego (se encuentra en el escalón anterior a la ceguera total), así que apenas puede percibir sombras difusas.
El hecho de que este arqueólogo, William Nutt, haya encontrado esta pieza única sin duda tiene parte de suerte. Pero también tiene que ver con su ceguera: al no ver bien, este estudiante recién graduado en Antropología por la Universidad de Texas, en Arlington (EEUU), debe hacer un trabajo más meticuloso con las manos y los dedos. Es un poco lo mismo que le ocurría a uno de los mayores viajeros y escritores de libros de viajes de la historia, que también era ciego: James Holman (incluso el naturista Charles Darwin citó los escritos de Holman como una fuente de la flora del Océano Índico, y también admitió que sus descripciones eran maravillosas, pues veía con los pies y no con los ojos; miraba de otra forma).
El procedimiento de excavación de Nutt es también diferente: emplea una llana afilada que desliza por el suelo con una mano, para luego pasar la otra mano a lo largo de la tierra y así sentir y descubrir las diferentes capas y sustratos que forman el terreno. Si nota algún cambio en el suelo, procede a excavar.
El descubrimiento será presentado en sociedad ante otros arqueólogos el próximo enero, en la reunión anual del Archaeological Institute of America en Filadelfia.